El bucle (para Dulcinea del Te Beso)
Miro el espejo en el que me reflejo
y veo más allá de lo que veo:
un hombre diferente al del espejo
y sin embargo igual a aquel que veo.
No importa si me acerco o si me alejo,
pues no está en lo que miro lo que veo,
sino en mí, que soy siempre el que no veo
y ante el que siempre quédome perplejo.
Por más que cejo y cejo nunca cejo
de mirar ese aljibe en el que veo
el dolor incesante de mi espejo.
Un espejo interior es el que veo;
aunque siempre es el pálido reflejo
de quien quisiera ver y nunca veo.
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