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lunes, 17 de julio de 2023

Mientras enloquezco

Mussorgsky: Una noche en el monte Pelado

El poeta previsor 

Como el autor es un creador, todo poeta añade a la existencia; y como el instante privilegiado -el de la clarividencia, o "visita de las musas"- no siempre es previsible -porque es una operación síquica, híbrida de incordura y lucidez-, Heredia almacenó en su despensa escribitiva hipérboles, metáforas, epítetos, métricas obsoletas y novísimas, erotismos y mágicos cilicios ... priapismos y orgasmos castos, satiriasis, zoofilias, rosarios y oraciones, entelequias e intangibilidades, planetoides y efigies dinosáuricas... masturbaciones, felaciones y autoinsuficiencias (todo ello previniendo la probable secuencia de abstenciones y pecaminaduras de Principesa...), añadiendo toneladas de versos biensonantes por si fueran precisos en momentos de laxa inspiración. Así la Epopeya Genial era más asequible. 

Necesitaba cumplir ese destino que él mismo se había impuesto. Se encaminó hacia Ella para iniciar la Aventura...

Y rubricó: El suicidio es sinónimo de felicidad: porque lo que busca el suicida es escapar del infierno de su vida. pero también recordó un breve poema de Informe pericial:
            
            Antes de decidirte a abandonar
            esta vida que odias o te duele,
            cerciórate de que hay otra existencia
            -o una nada- más digna a la que ir;
            no sea que el lugar en el que surjas
            aún te horrorice más que este que habitas.


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