Rachmaninov: Variación 18 sobre un tema de Paganini
Si pudieras creerme te diría
que eres la más hermosa de las joyas
que engalanan el mundo. Sonreirías
al escuchar mi corazón mentirte
con palabras de púrpura y de hipérbole
porque te ama. Sin embargo siento
cómo ríes conmigo cuando río
porque nos ilumina la alegría,
y cómo lloras con mi mismo llanto
si la vida nos da sus inclemencias.
Ese abrazo feliz o desdichado
es como un dios moldeando nuestros cuerpos
y nuestras almas hasta convertirlos
en una misma yedra entrelazada
de vida y muerte. Entonces reconozco
que eres mi realidad y yo la tuya:
y no hay más maravilla en este mundo.
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