La sed avariciosa
¿Me reprochas que te ame y que persiga
el amor de tu cuerpo? ¿No es la carne
la vaina del espíritu? ¿El espíritu
no se abraza a la carne para ser
continuidad, perpetuidad del alma
y el cuerpo en otra carne y otro cuerpo?
No condenes la sed avariciosa
que hay en el amor, pues cara y cruz
son el amor y el sexo, ofrenda mutua
de un ser para otro ser y hacia otro ser.
Somos afán de permanencia, fuego
que se arde y arde en otro fuego, canto
de la Naturaleza, himno a la vida.
Quienes castran trepanan la existencia.
Si hay alguien que rechaza tus ansias de amar, deberías abandonar a no más tardar...
ResponderEliminarMais qui dira les torts de la rime? (Verlaine)
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