Mahler: Resurrección
Desde el instante en que aceptamos que la vida es inaceptable y, sin embargo, no nos suicidamos, estamos rechazando la validez práctica de todo silogismo y cualquier ética.
La existencia es un problema que no sabemos resolver. Ni siquiera acudiendo al logaritmo de un Dios. Pero he aquí que el instinto de supervivencia es más fuerte que cualquier divinidad, intelecto o melancolía. Y seguimos fluyendo hacia la muerte, único monstruo que no puede vencer la voluntad.
¿Tendremos que sucumbir ante tal evidencia o, mejor, sonreír ante la inevitable invasión de ese intruso?
¿Tendremos que sucumbir ante tal evidencia o, mejor, sonreír ante la inevitable invasión de ese intruso?
Aceptar "lo que hay" no es una opción, sino una necesidad, y la necesidad destino que arrastra al que le ofrece resistencia, y guia al que atraves de ella se sabe conducir hacia la muerte.
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