Cadáveres de sueños
Brizó Amor mi existencia y fuiste túel rostro del amor. Y nos amamos
entre cielos e infiernos. Unas veces
nos dábamos las rosas de la vida,
y otras veces tan solo sus espinas.
Pasa el tiempo igual que un manantial
cuyas aguas se abrasan en los labios
que no saben beber. Tal vez estés
asomada al recuerdo, como yo
que oteo el horizonte y nada encuentro.
Lejana estás... junto a mi corazón,
también lejano. Ya solo me quedan
ruinas de la memoria
y
cadáveres de sueños.