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lunes, 9 de febrero de 2015

El corazón de la pluma


No es poeta el que escribe poemas, sino quien arranca de su vida, con el corazón de su pluma y el arte de su mente, las palabras que la expresan y la dan a los demás para suturar sus heridas o iluminar su alegría.

No es poeta el que se autocalifica como tal y posa para que así lo consideren, y se agrega al rebaño de los tales.

No es poeta el que cuando escribe piensa en el aplauso de sabios o de necios.

No es poeta el rapsoda, sino el que dice, silencioso, la palabra profunda que emerge de su búsqueda y deja que esta sea pronunciada por la voz del lector, íntima, propia, no escrita para él pero sí publicada para él.

Hay tan pocos poetas que para encontrar uno habría que tachar a cuantos impostores los ocultan con su fariseísmo.