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jueves, 13 de marzo de 2014

El abrazo sin cuerpo

Glass: El beso

De repente se sorprendió hablándole ante el espejo roto:
 - Yo no concibo mi vida sin ti. Tú eres mi vida. Pienso en ti cuando duermo, y no quiero dormir para pensar en ti. Me tiendo sobre la cama para sentirte cerca. Espero ante el teléfono a que llames. Si canto, a ti te canto; si callo, tú me inundas con tu voz lejana; si como, la comida se convierte en tu cuerpo; si bebo, está tu boca bebiéndome; si camino, me llevas de la mano; si llegas, ya no soy yo porque soy tú, por fin. ¿Cómo puedes dudarlo? ¿No crees en mi amor? ¿Quién ha habido en tu vida que se obstina en permanecer en ella? Nunca se rompen los lazos con los seres que amamos. Incluso estamos atados a los desconocidos precisamente por la necesidad de romper la desunión que nos une extrañamente a ellos. ¿Prefieres vivir sin miedo? Toda llanura es para ti un camino monótono. Necesitas montañas, precipicios desde los que subir, desde las que bajar, para que te devuelvan la fe en el equilibrio, la paz, el sosiego. El ocio de la serenidad es aquello a lo que se aspira en el fondo del vaso de la vida. Pero yo solo soy yo. Ámame como soy. Solo soy lo que ves. No me inventes. Ámame como soy.
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El abrazo indomable

Monólogo del cisne (El abrazo imposible)

El abrazo entre plumas

El abrazo en el cuadro

El abrazo inasible

El abrazo iniciático

El abrazo sin plétora.

El abrazo dulcífago

El abrazo inedénico

El abrazo a la muerte.

Como si fuera mi Autobiografía (El abrazo final)

El abrazo interrupto

El abrazo cautivo

El abrazo inmortal

El abrazo caníbal

El abrazo coital

El abrazo placebo

El abrazo sin rostro

El abrazo perdido (Carpe diem).

El abrazo truncado

El abrazo suicida

El abrazo invasor

El abrazo de plástico

El abrazo no dado.

El abrazo dichoso

El abrazo a la vida