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martes, 29 de abril de 2025

El Kaos





El mundo va tan deprisa, y el "hombre raudo" le añade tan raudamente las cosas nuevas sin haberlas experimentado antes, que las consecuencias son imprevisibles. Ocurrió con el virus cóvico y acaba de ocurrir con la dependencia de todo lo existente de la vida eléctrica.   

El Progreso es un hecho que no puede soslayarse; pero no debemos permitir que nos soslaye. Como todo medicamento, lo nuevo es inevitable, no drogadictivo. ¿Qué prisa hay en no comprobar las consecuencias de toda causa antes de convertirla en nuestro salvador y no en un posible verdugo?

Eso es lo que ocurrió ayer. Un virus internético empezó a devorar a la humanidad tal como hemos entendido esta: la supervivencia mediante el método científico: practicar la teoría antes de convertirla en el demiurgo luzbélico del devenir cotidiano.



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