Cuando yo era niño, sentía ya que vivía en el mundo, pero no con el mundo. Sin pretenderlo conscientemente, durante mi niñez y adolescencia, me refugié en el aislamiento y la soledad con la única compañía de la tristeza, algunos libros y unos cuadernos a los que les hablaba con el lápiz.
Poco antes, aún en Bicastrum, y aunque volvía de Orihuela a visitarlo, tal aislamiento me llevó a desconocer cuanto pasaba en el antiguo campamento doble y romano -en el que luchaba siempre contra el enemigo interior que era yo mismo-, y a conocer más la indefensión y la orfandad de mi autoexilio.
Ahora sé que en aquel Bigastro que imaginé desierto nació una inteligencia dedicada al cientifismo, y que la justicia que lucha contra el olvido rememora a quienes se merecen siquiera un lugar en la memoria.
De manera que ahí dejo un minuto sobre aquel dieciochesco personaje.
dicen que la niñez es la época mas feliz de nuestra vida. Yo creo que no. la niñez es el momento que más miedos se tienen; hay miedo al abandono, a no ser como ellos quieren. miedo a la soledad y a la muerte. con cinco años perdí a mi abuela ELECTRA, mi refugio entre las multitudes. de ella aprendi la sintonia entre personas y EL SENTIDO DEL HUMOR
ResponderEliminarSeñora: "La patria del hombre es su infancia", dijo Jean Paul. Y ya se sabe que las patrias no suelen tratar bien a sus hijos hasta que los han matado.
ResponderEliminarEntonces eres un autor de la vega baja del segura, y lo de diocechesco es tu autobiografía de cuando tenías 18 años, ¿verdad?
ResponderEliminarCABALLERO: A MIS AÑOS HE VISTO MUCHOS CASOS DE ESOS, Y NO SOLO MATADOS, ALGUNOS RE-MATADOS
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