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miércoles, 8 de marzo de 2017

El abrazo en Ruidera


Schubert: Inacabada

Ella sube al autobús, de regreso a su tierra. Él contempla su rostro, la lágrima que rueda en la mejilla. 
     Ocurrió hace muchos años; pero de su vigencia da fe la fotografía. 
     Habían pasado la noche en la tienda de campaña, y el día anterior vieron en El Toboso, recién amanecido, el duende de Dulcinea y todas las ruinas del recuerdo de lo que nunca fue.
     Iban a engendrar dos hijos: el niño se llamaría Sansatanás; la niña, Luzbélida.
     La lágrima rodando en la mejilla hace brotar también de la memoria el agua de Ruidera. 
     El autobús se aleja, separándolos.
     Hace ya muchos años.