Bach: Chacona
¡Qué animal tan hermoso es el hombre!
Desde que nace exhibe su esperanza
y hasta que muere es suya la pureza.
Los yunques y martillos de la vida
golpean sin cesar su corazón.
¡Cuánto destino asedia su albedrío!
Las criptas del pasado, el precipicio
de la desolación, la incertidumbre
de la verdad, lo cercan y lo acosan.
Todas las estrategias de la muerte
acechan su anhelante pervivencia.
Y, no obstante, siempre alza su estatura,
sutura sus heridas, sigue amando.
No podrán doblegar su voluntad
mientras halle un sentido a su dolor.
Ni agravios ni sepulcros
enturbiarán jamás esa mirada.
La humana condición convierte al hombre
en el más noble ser del universo.
Desde que nace exhibe su esperanza
y hasta que muere es suya la pureza.
Los yunques y martillos de la vida
golpean sin cesar su corazón.
¡Cuánto destino asedia su albedrío!
Las criptas del pasado, el precipicio
de la desolación, la incertidumbre
de la verdad, lo cercan y lo acosan.
Todas las estrategias de la muerte
acechan su anhelante pervivencia.
Y, no obstante, siempre alza su estatura,
sutura sus heridas, sigue amando.
No podrán doblegar su voluntad
mientras halle un sentido a su dolor.
Ni agravios ni sepulcros
enturbiarán jamás esa mirada.
La humana condición convierte al hombre
en el más noble ser del universo.