Vive el hombre sus sueños desterrados del sueño
y convertidos en devastaciones.
Un día, harto de muertes cotidianas
que no le dan la muerte sino solo agonías,
se pregunta por qué debe vivir, hora tras hora,
sinrespuestas y dédalos.
La vida le parece una piedra sangrante
rodando sin cesar hacia un abismo
abisal e infinito en el que lo disímil
confraterniza en forma de locura
como parte de la logicidad: un cosmos
que acepta que "lo absurdo" va tornándose
en un ente prelúcido y el silogismo es
la conclusión de unas premisas pírricas.
Irracionalidades
-sinestesias, metáforas, visiones...-
son maneras de percibir el mundo,
de enriquecer la mente porque la subconsciencia
no es más que otra conciencia desterrada:
la inarmonía es otra armonía,
el espíritu es otra materia,
la muerte es otra forma de la vida,
todo es parte de un todo inextinguible,
de infinitas partículas congregables tal vez
en un concepto ubicuo de un tiempo intemporal,
y si queremos comprender tan solo
desde un racionalismo monolítico
continuaremos precisando enigmas
y palabras como "blasfemia", "loco"
"inquisición" y similares
que nos regresarán a las cavernas...
No existen el pasado ni el presente
ni el futuro,
todo es un bucle y es el hombre un hámster
rodando en una rueca inacabable
verdades inconsútiles ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario