Katchaturiam: Espartaco - Adagio
Finalmente, tras muchas, demasiadas palabras que intentaban desenredar la oscuridad, dijo:
-Siento que tu autodestruccionismo pueda más que tu construccionismo.
Y calló. Pero, igual que las palabras los incomunicaban, tampoco entendió el silencio: en vez de interpretarlo como un ruego para que callara y juzgase su propia actitud, lo tomó como punto de partida para seguir protestando por ello. Y continuó acosando, invadiendo el espacio ajeno, escribiendo, llamando ... hasta hacerle lamentar haber conocido a aquella persona incansable en su invasión.
A veces las personas actúan desde la ignorancia y no desde la maldad. A veces una palabra aclaratoria puede derribar un muro. Y un silencio ser el mayor de los desprecios.
ResponderEliminarLa ignorancia no exime del cumplimiento de lo que se ignora. Persistir en la ignorancia es una maldad. Defender la ignorancia es condenar la educación y el conocimiento. El maltratador no puede excusarse en ello y nadie debiera exonerarlo por ello.
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