Mansell: Réquiem por un sueño
Oncesílabos en busca de prosa (La procrastinación)
Para una sola cosa estamos pre-
parados al nacer: para morir,
que no precisa aprendizaje alguno.
Tal vez por eso ya hace muchos años
escribí que "nací cuando hube de
pensar para luchar contra la muerte".
No obstante, aunque "los dioses mueren cuando
el hombre piensa", nada puede contra
la muerte el pensamiento. Al contrario:
cada elucubración sobre ella es una
muerte anticipada. Y tal tragedia
es la que me obligó a considerar
que, ya que es imposible convertir
la vida en el edén de una utopía,
el suicidio es la única expresión
de libertad que existe. (Aunque también:
el suicidio es la singular batalla
de libertad que existe. (Aunque también:
el suicidio es la singular batalla
que nunca deberíamos perder:
porque es contra nosotros).
porque es contra nosotros).
Agradezco a M. Heredia su prosificación:
Para una sola cosa estamos preparados al nacer: para morir, que no precisa ningún aprendizaje. Tal vez por eso escribí hace muchos años que "nací cuando necesité pensar para combatir la muerte". Pero aunque "los dioses mueren cuando el hombre piensa" nada puede contra la muerte el pensamiento. Al contrario: cada elucubración sobre ella es una muerte anticipada. Ese sufrimiento es el que conduce a considerar que, puesto que es imposible convertir la vida en la realización de una utopía, el suicidio es la única forma de libertad que existe. (Aunque claro está que el suicidio es también la única batalla que nunca debemos perder: porque es contra nosotros).
No hay comentarios:
Publicar un comentario