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jueves, 2 de enero de 2014

Una razón para seguir viviendo

Fauré / Du Pre / Moore: Elegía

Dice el poeta (*) que "el mundo no es lugar para vivir". Tal vez tenga razón, si uno se atiene al desencanto con el que los sueños chocan cuando entran en la vida queriendo realizarse. 
Habría que darle la vuelta a ese criterio y decir que "la vida no es lugar para soñar". Pero tampoco: porque si no soñáramos con un mundo y una vida mejores tendríamos que abandonar este mundo y esta vida mediante el pasaporte del suicidio.
Así que solo cabe esgrimir la voluntad, armarse de resiliencia y seguir el consejo de este poema que traigo aquí de nuevo:
(Sobre el suicidio)

Antes de decidirte a abandonar
esta vida que odias o te duele,
cerciórate de que hay otra existencia
―o una nada― más digna a la que ir;
no sea que el lugar en el que surjas
aún te horrorice más que este que habitas.


(*) El poeta furtivo que intentaba ser yo antes de darme cuenta de que es más noble afrontar la condición mortal como un voluntarioso ser humano.

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Bajo el signo de Tánatos