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sábado, 6 de diciembre de 2025

Reverie



Reverie (para Nolynda)

Cuando al sentir tu cuerpo siento tu alma,
también siento que el mundo es como tú:
una estrella fulgente entre las sombras,
una antorcha flamígera del mal.
Tiene la brisa dulce de tus palabras lentas,
el susurro armonioso de tu respiración;
tiene el tacto del sueño en el que vives,
la sonrisa silente con que afrontas los días,
el místico erotismo de tus ojos,
que transfiguran lo real en magia;
tiene el triscante vuelo de tus dedos
cuando recorren súbitos mi piel 
y tu lujuria hermosa, tanto tiempo
dormida, se despierta y vas sorbiendo 
la lava del volcán que cicatriza
tus labios con su tibio manantial.
Eres el otro yo que yo buscaba.
No quiero otro horizonte ni otro tálamo,
ni más paisaje que tu compañía,
tus manos en las mías y mi vida en la tuya,
lejos de las ciudades y de las despedidas.
No tenerte sería tanto como
morir sin conocer la biblioteca
de los libros no escritos.

9623

jueves, 4 de diciembre de 2025

El abrazo incumplido.

Sibelius: Vals triste

Nunca habían tenido más que fragmentos uno del otro, breves escaramuzas amorosas. Ahora ni siquiera eso. Azula había desaparecido a pesar de sus muchas promesas de amor.

Le escribió un poema y se lo envió con una nota:

Puesto que ya no quieres 

besarme con tus labios

ni con tu cuerpo, 

bésame con tus ojos:

lee mis versos.


RINOCERHOMBRE (De Guillermo Bellod)

 

Rinocinante (Un cuadro cervantino)


Solía visitarlo por la tarde
en su estudio, en la Plaza de Lucía.
Hablábamos de dichas y desdichas,
de remes y de amores sin remedio.
El suelo era un gran cuadro diseñado 
por el azar y la improvisación 
de las gotas caídas como pétalos.
Se retiraba a veces con las lentes
manchadas de pintura y visionaba 
-usándolas cual lupa y telescopio-
los trazos y bocetos pergeñados.
Yo, espectador y a veces pergeñante,
sugería un color, algún dibujo
visionario que él rechazaba en vano
porque ya la pupila lo guardaba
en el sótano de la desmemoria.
No quería deberle nada a nadie.
Tras recoger pincel, paleta y útiles
ordenaba las obras y decía: 
¡Hasta mañana, trastos!; y paseábamos 
con la conversación trastabillante 
en el atardecer oscuro o sobrio.
Un día nos llegamos hasta el Puente 
de Hierro; y al mirar su metal negro
le dije: de esa herrumbre cenagosa
sería el caballero del gran lienzo
que antes te demiurgiaba, jineteando 
con su pico de pájaro un león 
o, mejor, un voraz rinoceronte
corneando la vida, rodeado 
de muertes como ovejas trasmutadas,
émulo del lidiar de don Quijote
en la Primera parte, XVIII.
Por eso es un paisaje cervantino.

Audio: Palabras a Guillermo

Pulsar para leer las Palabras a Guillermo.

Guillermo Bellod

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Biografía (3)

 


Biografía (3)



Todo lo que yo soy está dormido

en los prados azules de la infancia.

Allí cantan los pájaros

y perfuman las rosas,

y la risa es un eco 

del manantial del júbilo.

Todo cuanto he de ser está trizado

en la leyenda triste de los sueños.

Allí la lluvia espera

con su cascada de dolor y espanto.


martes, 2 de diciembre de 2025

Revelación

 

                                        Rimski: Scheherazade.

Revelación



¡Cuánta noche perdura en esta luz,

alma sitiada y frágil!

Has vivido creyendo que vivir

era huir de la muerte,

persiguiendo el amor sin entregarlo.

Y estás sola como un dolor inútil

que no tiene memoria del placer.

Dime: ¿De qué ha servido preguntar,

si la única respuesta es el silencio 

y mientras preguntabas te morías?

¿No era mejor sentir sin entender?

Siempre se nace tarde a la existencia.