Mientras mi vida fluye hacia la muerte // antonio gracia
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domingo, 26 de octubre de 2025
Lecturas electrónicas.
sábado, 25 de octubre de 2025
El fuego de la creación
¿Qué sería del hombre sin sus sueños?
Durante siglos como eternidades
vivió el hombre a la sombra de la luz,
fuera de la razón, en las cavernas
de la intuición veloz y el lento silogismo;
yo encendí bajo el párpado una antorcha.
Yo descubrí el enigma de la Esfinge,
conseguí cabalgar las olas con navíos,
fingí el corcel troyano, di a Aristarco
la forma de la Tierra, liberé
al artista de su barbarie; el barro
se convirtió en estatua; la línea y el color
forjaron los espejos de paisajes y rostros;
el sonido fue música.
No hay página que no haya escrito yo,
ya sea de agua, de sangre, tinta, o piedra.
Yo soy la efigie de la voluntad,
el paroxismo, el éxtasis, la duda
vencida y convertida en existencia,
el origen, el tuétano, la causa
de cuanto habéis llamado Humanidad.
viernes, 24 de octubre de 2025
Bien o mejor
Lejos del mundanal altruismo
Tengo la mala suerte de ir por el mundo -cuando voy- de una manera, al parecer, distinta a la de los demás. Eso me coloca, también al parecer, en un continuo enfrentamiento que no busco pero que los demás se empecinan en considerar una pose.
Sin embargo, yo no pretendo imponer nada, sino ser consecuente con la dignidad, razonarlo todo -incluso las razones del corazón-. Y cuando alguien se queda sin argumentos, o no oye lo que quiere, suele decirme que conmigo no se puede hablar, cuando en realidad es él, o ella, quien quiere tener razón sin aportar razones. (Supongo que cuanto digo lo sufrirá más de un lector. Y considerará que no es lo mismo ser hijo de la constancia que padre de la contumacia).
En este mundo en el que “lo importante es participar” y en el que se han desterrado -en casi todo su territorio- la integridad y la autocrítica para instalar la impunidad, no quepo, ni quiero caber, porque, en mi opinión, todo se frivoliza y hace que incluso el necio, solo por participar y encontrar aplauso en ello, se crea el más cualificado para todo: cree que lo que cree es lo que debe ser creído y asumido por todos.
No obstante, solo hay dos maneras de hacer las cosas: hacerlas simplemente porque es nuestro deber o hacerlas por amor a hacerlas bien: hacerlas bien o hacerlas mejor. Lo peor de quienes actúan de la primera forma es que instalan, como digo, la impunidad en el mundo; así que nada más queda la segunda. Lo cual -defender esta- me convierte en lo que los descalificadores califican de "perfeccionista". (En realidad me parece que son ellos "los imperfeccionistas").
Así que mejor estoy en una isla. Cuando salgo de ella me ocurre lo que acabo de decir. Eso no me hace mejor o peor, pero sí el más autoexiliado y castigado por los ostracistas: porque la muchedumbre -y el mundo sigue siendo una inmensurable lucha del individuo contra la multitud- quiere devorar todo lo que se individualiza. Y, cuando no lo consigue con alguien, lo ejecuta.
Lo que importa es la vida interior -determinada por la vida exterior; y al revés-. Se trata de saber si el mundo nos necesita o si necesitamos el mundo. De distinguir -puesto que somos egotistas por naturaleza- entre si somos egoístas y/o ególatras.
jueves, 23 de octubre de 2025
miércoles, 22 de octubre de 2025
Notas para un diario (Manuela García Gómez). En Akra Leuka (XXX)
Bach: Suite 3, Aria
Uno.-
Sabes remover mi alma
Sabes acariciar mis sueños
Sabes traer la suave caricia de tu voz
Sabes despertar el deseo escondido
Sabes convocar la risa
Sabes calmar momentos de inquietud
Sabes sugerir espacios eternos
Sabes romper fronteras
Sabes elegir la palabra exacta
Sabes sorprender cada mañana
con unos versos de amor.
Sabes despertar la tensión en un debate
Sabes generar la duda
Sabes compartir la paz
Sabes alimentar la risa
Sabes encontrar el juego sugerente
Sabes dar el calor de un abrazo
Sabes templar una conversación
Sabes descubrir caminos sinuosos
Sabes escribir cartas y cuentos y poemas
Sabes atraer la emoción cada mañana
con unos versos de amor.
Dos.-
14 de octubre ...
Rompo las barreras que atenazan mi deseo. Tu voz me lleva a lugares ocultos donde compartir la intimidad de la fantasía sexual. Cada célula de mi cuerpo se alimenta de la alegría de sentirme viva. En un juego de palabras empieza la mañana, esa conexión de dos seres que se unen amándose. Reservo con cautela ese camino que despierta el impulso oculto de expresar que te quiero. Comparto este sendero de otoño, vestido de ocres y azules. Salgo a la calle deseando encontrarte en un gesto, en una mirada, en un te quiero. Silencio ese orgasmo que brota en mí recordando el susurro de tu voz, la sugerencia del roce de tu piel y calmo mi pasión y entro en las tareas del nuevo día. Y compro, y hablo, y me relaciono, y sugiero, y busco respuestas. Y observo la paz en el cuerpo cansado de mi padre. Y me asustan las cicatrices del alma. Y la mirada perdida. Y persigo olvidarme de los miedos que acechan mi ser. Y despierto de nuevo a ese juego erótico guardado en mi interior que comparto contigo desde la libertad que mueve mis pasos. La vida se completa con dulces rutinas que van dejando huellas. Soy responsable de mi quehacer diario. Doy realmente lo que quiero o lo que creo que esperas de mí. Con tu compañía, con tus sugerencias, con tus palabras, con tu filosofía, con tus creencias, con tus dudas, con tu vaivén emocional, con tu cercanía y tu comprensión vas dejando retazos de tu vida en mi corazón. ¿Soy yo realmente o me voy modelando a tus anhelos? ¿Acaso no soy más yo cuando estoy contigo?