Guridi: Amorosa (Diez melodías vascas)
Ocurrió por tierras de Colunga, Gijón... o Santander...
Una epidemia semejante a la que propició la escritura de El decamerón los obligaba a permanecer distantes, ajenas sus realidades, pero no sus emociones. Y le envió una nota:
Prohíbeme que vuelva a mirar tu fotografía o me matará el síndrome de Stendhal.
Acogiéndose a las juiciosas palabras de la hermosa pastora en el episodio de Marcela y Grisóstomo (Quijote, I, 12-14), fue desoída aquella petición.
El lector ya conoce cómo acabó la historia.
muy lindo ...... es parte de mi ...interiror ... un abrazo y gracias ..por compartir ...
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