Rachmaninov: La isla de los muertos
“Dícenme que no sirve la enseñanza
más que para expender titulaciones,
porque el saber está de vacaciones
y lo que importa es rellenar la panza.
Cualquier título, pues, es buena fianza
para acceder a buenas profesiones.
Ya sobran profesor y evaluaciones,
que los suspensos son mala pitanza.
Por consiguiente, venga un borriquillo
a decidir qué asnillos son más sabios,
aunque dictatorial luego lo llamen”.
Esto escuchaba un marisabidillo,
quijote desnortado en desagravios.
Y vino Franco y corrigió el examen.