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domingo, 23 de febrero de 2014

El abrazo a la vida

Saint-Saëns: El cisne

Dijo Welista (o le dijeron: porque ya se sabe que los cronistas no siempre son fieles a la Historia y la convierten en leyenda): 
Los laberintos de la vida nos separaron, aunque no nos desunieron. Cuando me inunda la melancolía pienso que tú estás ahí, que puedo acercarme y abrazarte: te miro y te toco y toda la tristeza de mi alrededor desaparece. Sé que lo que siento se llama amor. 
Pero si porque no podemos, no queremos o no sabemos estar juntos todo el tiempo y en la misma vida social te obstinas en destruir las horas en que sí podemos, entonces quédate contigo que yo me voy conmigo. Eres tú quien me empuja a compartir fragmentos de otras vidas. Porque yo necesito vivir, aunque no sepa convivir.
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El abrazo indomable

Monólogo del cisne (El abrazo imposible)

El abrazo entre plumas

El abrazo en el cuadro

El abrazo inasible

El abrazo iniciático

El abrazo sin plétora.

El abrazo dulcífago

El abrazo inedénico

El abrazo a la muerte.

Como si fuera mi Autobiografía (El abrazo final)

El abrazo interrupto

El abrazo cautivo

El abrazo inmortal

El abrazo caníbal

El abrazo coital

El abrazo placebo

El abrazo sin rostro

El abrazo perdido (Carpe diem).

El abrazo truncado

El abrazo suicida

El abrazo invasor

El abrazo de plástico

El abrazo no dado.

El abrazo dichoso

El abrazo a la vida




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