Schumann: Ensoñación
Nada diré de novedoso al afirmar que la líbido en todas sus manifestaciones es la energía que desde el cerebro rige el organismo, y que para controlar a un hombre, o una mujer, basta orientar su concupiscencia en los primeros años; pues el amor y el sexo, el matrimonio exacto del cuerpo y de la mente porque sacian la racionalidad y la animalidad si no se les reprime, son las piernas sobre las que camina la existencia. Y solo en ellas descansada pueden las manos ejercer su labor emprendedora sin inseguridades ni temblores, con acierto y justeza.
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