Strawinski: Apolo y las musas
Una cosa es la escritura y otra la publicatura. Cuando esta interfiere en aquella se acerca a la impostura.
Hay dos fases en el proceso autorial: la primera es la que atañe exclusivamente al proceso de creación; la segunda, al de la difusión de lo escrito. El autor puede confiar en su criterio y considerar su obra mejor o peor; pero la aceptación del público es una especie de lotería en la que interviene el gusto mejor o peor formado del lector y la entidad editora que la publicita.
Triste destino el de quien escribe exclusivamente para ser leído; pues solo existe lo que queda escrito: y desaparecida la circunstancia, el amiguismo, los intereses creados... solo queda el cadáver pútrido o luminoso y resurrecto que creó la pluma.
Y bien leída la poesía actual, ¿qué hay sino cementerios que aún no saben que lo son y algún ser vivo al que los muertos no dejan vivir?