El pincel es la pluma de la imagen.
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jueves, 31 de mayo de 2012
Mujeres encendidas (La péñola parlante, XIII)
Clara Wieck: Romanza para violín y piano
Aunque el cerebro tiene sexo, está, también, sexualizado por la cultura (o, mejor, la civilización milenaria, que fundamentó el concepto de sociedad en la ley de la fuerza porque así lo exigía la agresión de la Naturaleza). Pero esta ley ya no tiene vigencia: ha sido derogada por la tecnología, además de por la ética de los derechos humanos. Por lo tanto, aceptada la igualdad de todos en lo que respecta a la dignidad, lo que debe imperar hoy es la sensibilidad, la inteligencia y la responsabilidad, vengan del cerebro que vinieren, siempre que este haya sido alimentado con los imprescindibles conocimientos, estudios, esfuerzos, deberes y derechos.
Los sentimientos son los mismos en todas las personas; pero su percepción, ordenamiento y expresión son diferentes según cada cual. Por eso, si el machismo camina hacia su término, el feminismo no debería intentar establecerse como césar sucesorio, sino confirmar lo que la historia ha dejado escrito: que si detrás de cada gran hombre había una gran mujer, ahora debe haber una gran mujer junto a todo gran hombre, o al revés, como se prefiera, de modo que se alejen tanto las misoginias como las androfobias y no se precisen ningún otro Espartaco ni otra Nora Ibsen.
Que la relación de mujeres determinantes de la historia sea mínima frente a la de los hombres es una consecuencia lógica de la relegación sufrida por la mujer. Pero por muy ligeramente que revisemos el pasado, enseguida encontramos nombres femeninos tan notables como los masculinos, lo que demuestra que la cantidad no es cuestión de capacidad, sino de postergación.
La primera gran novela de la historia fue escrita por una mujer, y también la segunda: Murasaki Shikibu y Sei Shonagon; ellas rubricaron una fórmula que los hombres han seguido. Este hecho semioculto no debe avergonzar ni vanagloriar a nadie. Safo es una de las más antiguas, y vigentes, poetas. Los nombres de las hermanas Bronte, Emily Dickinson, George Eliot, Jane Austen, Virginia Wolf... no desmerecen junto a Balzac o Dickens. Y, si pasamos de la literatura a la pintura, ¿por qué no recordar a Mary Cassatt?; y si a la música, inmediatamente aparece Hildegard von Bilgen, o Clara Wieck -sacrificada, como fiel esposa de Robert Schumann, a difundir las obras de su marido-, que fue envidiada, como pianista, por el mismo Liszt, y admirada, como compositora, por el mismísimo Brahms.
Pues si dejamos el arte y acudimos a otras ciencias: Marie Curie revolucionó la física hace un siglo, al descubrir el radio. Y tan fervientes estadistas fueron Cleopatra y Catalina la Grande como Julio César o Napoleón.
No estoy haciendo una nómina, ni siquiera un esbozo, sino mostrando que la intolerancia ha sido -y no debe seguir siendo- la gran encubridora de la verdad, y la fatal humilladora del ser humano. Que «los otros» -mujer, hombre, vecino, extranjero, creyente, incrédulo, blanco, azul...- tienen la misma dignidad que nosotros. Y que solo la pierde quien se la niega o quita a los demás.
Vermeer: Mujer escribiendo
miércoles, 30 de mayo de 2012
Inspiración y jibarización (Teselas (XX):
Bilioteca Virtual Cervantes
A 1.- "Yo escribo sin saber lo que voy a decir, y luego soy esclavo de lo que he escrito".
A 2.- "Cuando escribo traduzco desde un lenguaje que no conozco a otro que también desconozco".
Stanley Myers: Cavatina
B.- Me parecen bien esas autocitas como explicación de lo que escribiste. Pero no justifican una poética.
A 2.- "Cuando escribo traduzco desde un lenguaje que no conozco a otro que también desconozco".
B.- Me parecen bien esas autocitas como explicación de lo que escribiste. Pero no justifican una poética.
Al principio la pluma se pierde entre sus búsquedas, sobre todo cuando el que la esgrime se ha perdido en el laberinto de su vida. Después, el vómito confesional y experimental se torna menor desbocamiento.
Si el artista, además de nacer, se hace es porque deshace y rehace continuamente su obra.
Todo autor debería ir jibarizando su escritura conforme avanza esta, hasta bruñir lo medular. Tal vez no acierte en algunas apreciaciones; pero la acumulación siempre contiene más errores. Su divisa debiera ser: el autoplagio trascendido como reformulación condensadora e intensificatoria de lo ya escrito: la fuga de la compilación.
Stanley Myers / The Shadows: Cavatina
martes, 29 de mayo de 2012
lunes, 28 de mayo de 2012
La pesadilla de Isak
Bergman: Fresas silvestres
Pulsar AQUÍ >>>
Si la muerte cupiese en un poema... (Poemas comentados, VI)
Audiopoemas: La fuente en la ceniza
La
fuente en la ceniza
Amo el temblor
rosado de tu boca
y el crepúsculo
azul de tu mirada.
Amo la luz carnal
que te ilumina
cuando te arrojas
como un puma alegre
sobre mi cuerpo
ansioso de tu cuerpo.
Amo el sudor de
miel que nos lubrica
y la erosión constante
de la piel.
Amo tu desenfreno y
mi arrebato
cuando, tendida, te
abres como un libro
y esplendes como un
saurio.
Amo tu lasitud y mi
abandono
tras el fulgor
robado a las estrellas.
Amo la ardiente
búsqueda infinita
que late en
nuestros sexos.
domingo, 27 de mayo de 2012
Aventuras poéticas (IV): Presencias aucanas
SEDE
UNIVERSITARIA DE ALICANTE (Sala Miguel Hernández)
Av.
Ramón y Cajal, 4 -Alicante-
Día
28 de Mayo 2012,
a las 20,15 horas
Antonio
Zapata pres entará el Poemario
Cuaderno de ahora mismo, de
Francisco Alonso Ruiz Pérez
Rafaela
Lillo pres entará el Poemario Venecia, Amada mía, de
Mercedes R.
Gª-Olías.
MACRONOVELAS: Historia de Novelandio, también intitulada La estangurria de la pluma, dividida en 400 episodios, 1001 capítulos y 700 personajes nacidos del incesto de clásicos y frívolos, narratarios y poetisos, coprotagonizadamente por Pentapolín el del arremangado brazo izquierdo, tuerto del otro y manco del pie diestro a pesar de su ojo siniestro, coetáneo facial de Garcilaso el de la Verga Baja, pobriño, que por eso la Isabel lo abandonó oh la más de las tristes triste, mientras el otrora consumatus fue canonizado Papa de la agreste simetría, dolorífero y ético, Dios de la Tercera Galaxia Autonomista antes y después del Sarto quinto espacio intercostal para sazón y deleite de aquel que lo leyere o lo escuchare dinosauriamente opus in morte en edición aún no agotada porque no cabe más título... cuánto aprecio tu lectura, tu comprensión y tu ...
(Texto íntegro traducido del esperanto. Versión impropia):
Érase una mujer tan cuerda que se ahorcó con ella.
(No le valieron quintaesencias ni fárragos).
Andrea del Sarto: Mujer con libro
Cage: 4`33 (Versión piano)
Cage: 4`33 (Versión orquesta)
Cage: 4`33 (Versión coro)
sábado, 26 de mayo de 2012
Un poema de Alberto Chessa (Antología, LXXVII)
Haendel: Sarabande
LA MIRADA DE ULISES
Te contaré mi viaje:
Un momento que asume los momentos,
Que resume en su trémolo lo que fue y bien será,
Porque en la piel se estarce el sudor del mañana
Pero también mañana es un viaje al ayer.
La mirada se pega al cristal de la máquina
Cuando cruzamos las fronteras,
Donde nadie es de aquí, y en cuanto se pronuncia
(Aquí) deviene un nombre propio que a nada nombra.
Hay que andar hacia el otro, traspasarlo,
Para alcanzarnos a nosotros mismos:
La primera mirada sólo existe
En tanto que se busca, mientras sigue
Aún sin revelar. In my end is my beginning.
Y por eso eres tú la misma y otra
En todas las mujeres que jalonan mi errancia,
Hablándome en mi propio idioma o en lenguas
Que desconozco pero sé qué dicen:
Lloro porque no puedo amarte, y porque
La Historia a veces es no más que un baile,
Lenin guillotinado, como todos los dioses,
En el vals del Danubio.
Parece que se fuera a levantar
El telón en cualquier instante,
Que lograremos resolver al fin
El jeroglífico de balas
Y morteros que ensucia el mar en cada hora.
La niebla es una fiesta, algunos muertos
Escampan en la niebla. Ya es la hora.
¿Cuánto ha durado el viaje? ¿Un día? ¿Treinta años?
¿Cuántas décadas hay entre el martes y el miércoles?
Es hacia dentro donde la mirada
Palpa las cosas, reconoce,
Como manos de ciego. Donde el viaje
No empieza ni termina. Donde el verso extravaga.
Donde la luz es otra
© Alberto Chessa
Chagall: Penélope y Ulises
viernes, 25 de mayo de 2012
Los clásicos se indignan con los frívolos... (Disquisiciones, XVII)
Los clásicos se indignan con los frívolos,
mentidos robadores de lecturas,
garzones de Ida, pero no de vuelta.
Libros recibidos (VI): Francisco Javier Díez de Revenga
Lope / Toldrá / Montiel: Madre, unos ojuelos vi...
En estos siglos de siglas complacientes con lo efímero, lo banal y alienante, es grato constatar que todavía hay quienes tratan de acercar los poemas esenciales al lector, acosado por bulímicos libros y acostumbrado a lecturas anoréxicas. Más jubiloso resulta el hecho si quienes así se comprometen muestran un cabal conocimiento de la Literatura, y su profesión es la docencia, y no solo saben sino que saben enseñar lo que saben -que es lo difícil-.
Esto es lo que se deduce de "Didáctica del texto literario", de Francisco Javier Díez de Revenga, libro concebido desde las aulas y a ellas dirigido, y válido para cualquier lector que quiera apreciar algo más que palabras hacinadas por la pluma. Bien es verdad -me temo- que la conquista de la educación y la cultura social es una empresa perdida hace ya mucho tiempo: como en el Bradbury de Fahrenheit 451, los amantes de cualquier tipo de escritura digna de ser legada verán pronto reducida su biblioteca al deseo de tenerla. (Pulsar >> Estupidizarnos, inteligenciarnos.)
En este volumen se nos aproxima a poemas del Siglo de Oro y del XX, más un cuento, uniendo en el comentario académico precisa erudición y amenidad. Lo necesario para descubrir los tesoros de un texto. Pienso, no por azar, que toda antología -también las de la modernidad- debería justificar, además de su criterio selectivo, cada poema con un breve comentario razonador del porqué de la inclusión: para que el lector reconozca sus virtudes y no acepte sin más la gratuidad como estética. Además: haría ver la invisibilidad del "no sé qué que queda balbuciendo" que hay en toda palabra bien tallada.
Garcilaso, Lope, Hojeda, Rioja, Carrillo, E. M. de Villegas, Polo de Medina, Solís Ribadeneyra, V. Medina, A. Machado, P. Salinas, J. Guillén, G. Diego, V. Aleixandre, García Lorca, Carmen Conde, M. Hernández, Sánchez Rosillo y Alemán Sainz.
Lástima que las erratas den coces a los ojos.
Garcilaso, Lope, Hojeda, Rioja, Carrillo, E. M. de Villegas, Polo de Medina, Solís Ribadeneyra, V. Medina, A. Machado, P. Salinas, J. Guillén, G. Diego, V. Aleixandre, García Lorca, Carmen Conde, M. Hernández, Sánchez Rosillo y Alemán Sainz.
Lástima que las erratas den coces a los ojos.
jueves, 24 de mayo de 2012
Un poema de Balbina Prior (Antología, LXXVI)
Shostakovich: Séptima
Recortes presupuestarios
En el taller clandestino de mi barrio
los ilegales iniciaron una huelga
por sus
derechos laborales.
En adelante seguirán como pueblo
ahogado por las aguas de pantano,
asomando su campana oxidada cada sequía.
Y no
habrá límites,
sólo
recortes presupuestarios.
Juegan
al fútbol los niños soldado
con la
cabeza del enemigo,
mientras
las antenas parabólicas
se
entrenan al tenis con sus esperanzas.
No hay
límites,
sólo
recortes presupuestarios.
Captados
los suicidas
de las
bolsas de pobreza,
se
educan en el primer mundo
con el
dinero del miedo.
No hay
límites.
Se aferran a los explosivos
sin fecha de caducidad
y consiguen pensiones millonarias
para sus familias.
No habrá límites,
se jubilan con el dinero del miedo
y por el amonal de los recortes presupuestarios.
miércoles, 23 de mayo de 2012
Mandamiento educativo (III)
Nuestra única patria es la cultura.
Renoir / Laughton: Esta tierra es mía
Mandamiento educativo (I)
El fracaso escolar no depende tanto de quien estudia como de quien enseña. El primer educador es el Estado, que es el que bosqueja la sociedad, la familia, la calle, el centro educativo y al propio individuo. "Quien controla el presente, controla el futuro", que escribió Orwell.
Kubrick / Burgess
martes, 22 de mayo de 2012
Traiciones de la pluma (Laconismos, XIV)
Aprender a leer bien es un deber de todos; escribir, un derecho que muy pocos debieran concederse.
lunes, 21 de mayo de 2012
Poemas comentados (V): "Palabras para Julia" (J. A. Goytisolo)
PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía: es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre solo, una mujer,
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo, cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname: no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
J. A. Goytisolo
Pocos poemas se han dedicado al padre; muchos al hijo y a la madre. Suelen ser adulaciones, hipérboles, piropos. Elegías, himnos: óxidos del amor enardecido. Son palabras en las que se expone más un deseo que una realidad pasada o futurible.
Las Coplas de Manrique son, en verdad, un sabio compendio que utiliza como causa o excusa la muerte de don Rodrigo. Las nanas de la cebolla constituyen una arenga al hijo para que no crezca, para que se invista del síndrome de Peter Pan y no sufra las indefensiones de la existencia. Los dos poemas, tan distintos, coinciden en ser dos ejercicios de inteligencia lírica, aunque su estatura y condición sean muy diferentes.
Si nos acercamos a "Palabras para Julia", su autor nos ofrece -en un lenguaje alejado del lirismo tradicional y la palabra con certificado de garantía estética- una emoción que sobrepasa el aparente prosaísmo con el que el eneasílabo, de escasa tradición poética, expresa la atávica preocupación que todo padre siente por el hijo. La sequedad expresiva, cercana al adanismo prosaico, parece fruto de una huida de la "literatura" y un acercamiento a la desnudez de la pura emoción, premisas que acaban venciendo lo que parecen simples obviedades dejadas caer con descuido. Que el poeta se ha esforzado en esa huida tal vez lo muestre la esquivez o rechazo del endecasílabo *pero yo, cuando escribo estas palabras*, que resultaría de unir conceptualmente los dos eneasílabos "Pero yo, cuando te hablo a ti, / cuando te escribo estas palabras", ripiosos por contumaces mantenedores del estrofismo triversal en el que se ha decidido componer el poema.
¿Qué nos atrae de estos tres fragmentos del corazón humano? Manrique nos regala todo un tratado de filosofía experiencial y emocional, que es lo que en el fondo es la poesía: una conclusión lírica liberada del silogismo. La meditación nos expone tantas verdades que la mente se rinde ante su exactitud expresiva y estoica. Hernández recoge su dolor y lo espolea con júbilo furioso, alentando al niño a que se mantenga como un animal roussoniano. Goytisolo sale del canon clásico y se sitúa en medio de la multitud, habla como si su sentir fuese el de todos y cualquiera, no elige la tragedia categorizada para trascenderla sino la vulgar cotidianidad, lo que de por sí no es lírico. También Hernández parte de un hecho real: pero elige escribir un poema poético; y lo consigue. La poesía de Goytisolo emana, por el contrario, del contraste entre lo que se percibe y el vehículo verbal con que se expresa.
¿Qué nos atrae de estos tres fragmentos del corazón humano? Manrique nos regala todo un tratado de filosofía experiencial y emocional, que es lo que en el fondo es la poesía: una conclusión lírica liberada del silogismo. La meditación nos expone tantas verdades que la mente se rinde ante su exactitud expresiva y estoica. Hernández recoge su dolor y lo espolea con júbilo furioso, alentando al niño a que se mantenga como un animal roussoniano. Goytisolo sale del canon clásico y se sitúa en medio de la multitud, habla como si su sentir fuese el de todos y cualquiera, no elige la tragedia categorizada para trascenderla sino la vulgar cotidianidad, lo que de por sí no es lírico. También Hernández parte de un hecho real: pero elige escribir un poema poético; y lo consigue. La poesía de Goytisolo emana, por el contrario, del contraste entre lo que se percibe y el vehículo verbal con que se expresa.
Hernández y Manrique continúan sintiendo y hablando como el Pleberio de "para quién fabriqué navíos": según un mundo individualizador en el que el bien se desea para el individuo -el ser al que se dirige el poema-. Goytisolo rompe la muralla del egotismo y remite el bienestar de la hija al bienestar social, a la solidaridad a la que aboca la existencia en un mundo cada vez más incomunicado e insolidario. Creo que precisamente ese registro "social", que podía haber hundido panfletariamente el texto si se hubiera desarrollado como una consigna en vez de como compulsión propia y universal, es lo que más lo entraña: la necesidad de ayudar al hijo a vivir lejos de la tristeza, y la impotencia ante el ejercicio de tal necesidad. (Naturalmente la concepción trágica de la existencia corresponde al padre, no a la hija; y es desde esa concepción y desde la precaria protección paternal desde la que se habla. No es a un dios al que se invoca como protector, sino a otro ser humano, el propio padre, sujeto a la inclemencia del vivir y que conoce la precariedad de su protección: "Perdóname, no sé decirte / nada más; pero tú comprende / que yo aún estoy en el camino". Recordemos que el "aullido interminable" de la vida -verso 3- terminó empujando al autor al suicidio).
Este poema -publicitado por la voz menos trovadoresca que juglar del cantautor adolorido- ha debido influir en el corazón más que todos los "sociales" de su autor y autores coetáneos, con lo cual es más social que todos ellos: porque la sociedad no se cambia imponiendo ideologías, sino sensibilizando, humanizando, identificando las verdaderas necesidades del hombre diacrónico. Esa sensibilización es la que hace que un texto sea intemporal y no pierda su vigencia. Quien quiera observar la distancia entre un poema efímero y otro perdurable lea el coyuntural panfleto "Los celestiales", del mismo Goytisolo, remedo al fin de las seculares luchas poéticas. O compare la nula gesticulación expresiva de "Palabras para Julia" con el dulzón y encorsetado seudolirismo de "Hijo mío", de Leopoldo Panero, en el que es el padre el que reclama la ayuda del hijo. Empalago y religiosismo ajenos al gran poema al hijo que es "En la muerte de Carlos Félix", de Lope: pero su extensión e idiosincrasia áurea lo alejan del lector actual.
Este poema -publicitado por la voz menos trovadoresca que juglar del cantautor adolorido- ha debido influir en el corazón más que todos los "sociales" de su autor y autores coetáneos, con lo cual es más social que todos ellos: porque la sociedad no se cambia imponiendo ideologías, sino sensibilizando, humanizando, identificando las verdaderas necesidades del hombre diacrónico. Esa sensibilización es la que hace que un texto sea intemporal y no pierda su vigencia. Quien quiera observar la distancia entre un poema efímero y otro perdurable lea el coyuntural panfleto "Los celestiales", del mismo Goytisolo, remedo al fin de las seculares luchas poéticas. O compare la nula gesticulación expresiva de "Palabras para Julia" con el dulzón y encorsetado seudolirismo de "Hijo mío", de Leopoldo Panero, en el que es el padre el que reclama la ayuda del hijo. Empalago y religiosismo ajenos al gran poema al hijo que es "En la muerte de Carlos Félix", de Lope: pero su extensión e idiosincrasia áurea lo alejan del lector actual.
Cuando se piensa en la proximidad de la muerte y en si se ha legado algo de vida, seguro estoy de que las "Palabras para Julia" las siente cada lector como dichas por él mismo y para sí mismo: son las que nos gustaría haber oído y, mucho después, haber escrito.
PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía: es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre solo, una mujer,
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo, cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname: no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora
pienso.
domingo, 20 de mayo de 2012
Un poema de Ramón García Mateos (Antología, LXXV)
Inédito
II
Quiero beberte, descender al
brocal umbrío de ese pozo y humedecer mis labios en la fuente, beber con la sed
de siglos y sequías, beberte con obsesión convulsa, con el temblor febril del
condenado, chupar, lamer los labios que saben al resplandor del sol en los
esteros, labios para mi boca como pliegues del mar salobres y abisales, como la
sombra ecuestre del instinto,
quiero beber de ti, ciego y perdido, galeote
en tus muslos, confundirme, negarme, quiero beber de ti: la lengua que
acaricia, ávida y firme, nacarado deseo, vaivén del alma, la lengua que recoge
las gotas de rocío, beber de ti, agua de amor, quiero beber de ti, llenarme de
ti, la lengua por las ingles, mi lengua por la fuente con miel y hierbabuena,
sabor de mar, flor de la jara, saciar mi sed, quiero saciar la sed que seca mi
garganta, beber de ti, quiero estar vivo, cerrar las puertas a la muerte,
desterrar el tiempo que pasa y que nos hiere, sed de eternidad, mi lengua por
las ingles, la lengua por tu sexo, detener el tiempo en esta tarde de junio que
te amo, en esta tarde de junio que agoniza, en esta tarde…
Quiero beberte y sentir el temblor de tu
carne en mis manos, el temblor del deseo palpitando en tu cuerpo, distante y
mío, el temblor del deseo que mana entre mis labios para que yo lo beba, mujer
que te estremeces al son de mis caricias, arpegio enamorado, tu cuerpo es una
cítara para que yo la toque, vibrando en el ocaso la música imposible asciendo
hacia la cima alada de la dicha, contemplando tu gozo, sintiéndote encendida y
temblorosa, mi dicha es tu placer de yegua desbocada, tu desnuda altivez de
felino en arrullo, tu cuerpo es una cítara que acarician mis manos, música y
agua para que yo me sacie del temblor azorado de tu carne.
© RAMÓN GARCÍA MATEOS
Tras el divorcio
El amor propio ha matado más amores que el odio
De la prensa:
Hoy en día de cada dos matrimonios uno termina en divorcio... Los niños tendrán menos
problemas si saben que sus padres, aunque no vivan juntos ni con ellos, continuarán presentes en sus vidas.
Preguntas incontestables:
Primera.-
- ¿Y cómo explica que, cuando fue al colegio a recoger a su hijo, el director -no estaba la asistente que solía entregárselo- creyese que usted quería raptarlo, puesto que en la ficha del niño su excónyuge había dado a entender que usted ya no existía?
Segunda.-
- ¿Y cómo explica que una madre -o un padre- prefiera alejar radicalmente a sus hijos del padre -o de la madre-, anteponiendo su propio beneficio emocional al de los niños?
Tercera.-
- Si dos personas se unen porque están mejor juntas que separadas, ¿por qué cuando deciden separarse no es porque concluyen que están mejor separadas que juntas, y se olvidan salvo en lo que atañe a los hijos? ¿Por qué una de ellas, al menos, continúa inexorablemente con el hacha de guerra levantada?
Cuarta.-
¿Por qué no aprendemos todos que el amor propio ha matado más amores que el odio?
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Del amor propio (Laconismos, XII)
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