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sábado, 31 de agosto de 2013

Hasnalfavetos

Rebuzno por soleares

Dice una amable -pero tal vez no bien amada- lectora que este blog es horrible, aburrido y machista, piropos a los que añade otros 14 más, escogidos entre las letrinas del idioma. Me lo ha escrito en un correo titulado hidrocarbúricamente "Fais-moi l`amour", además de en otras varias ocasiones; y se lo agradezco: porque debe resultarle trabajoso escrutar continuamente algo que tanto le disgusta. Aunque tal vez hubiera sido mejor indicarme la parte errónea, para corregirla o evitarla, que descalificar trompeteramente el todo.
Supongo que Car / Men -así es como firma, ambiguamente- es masoquista: con lo terapéutico que le resultaría dejar de leer mis garabatos bloguísticos. 
Claro que, quizá, como todos necesitamos un enemigo -cosa que el Inconsciente agradece porque significa que, al menos, alguien nos tiene en cuenta, lo cual eleva la autoestima-, quiere que yo sea el suyo, y me instiga para que, como ella, me desboque por las anchas praderas de los improperios. 
Pero, como digo, renuncio a competir y desde ya y aquí declaro que ella es más diestra que yo en eso del rebuzno; y, humildemente, le concedo el primer puesto en la carrera asnal de los sandios despotricadores de la libertad de opinión responsable.
Como no quiero ser descortés y dejarla sin respuesta, simplemente le digo:
Quien no es amigo de sí mismo es enemigo de todos.

viernes, 30 de agosto de 2013

El gen lírico esforzado

Strawinski: Apolo y las musas

La inspiración no es un vómito de las musas sobre nuestra pluma. Es verdad que en el laboratorio del cerebro se dan cita a veces los ingredientes imprescindibles para alcanzar un cierto grado de clarividencia. Pero la inspiración es un acto de concentración y serenidad en el que la palabra vislumbra su exacta geometría y se deja caer, por nuestro esfuerzo, como un tatuaje sobre el folio. En esos instantes -a veces inesperados como un súbito y urgente telegrama, otras mientras caminar significa pasear por nuestra mente, y en otras ocasiones buscados al provocar un breve trance- vemos lo invisible, oculto por el tráfago de otros estados de ánimo. 

Ahí se congregan o bifurcan las opiniones sobre si el artista nace o se hace: pero este no podría hacerse si no naciera con determinadas cualidades ni si, aun con estas, no las trabajase. Y de ahí la validez de las afirmaciones de Wordsworth, Bécquer, Lorca, Valéry..., inclinadas a afirmar que el poema -la obra de arte- surge de la unión de lo que podríamos llamar el gen lírico y la artesanía del esfuerzo.


jueves, 29 de agosto de 2013

Un poema de Pedro Ramírez (Antología, Segunda serie)



Mensaje en una botella
                             (para MDM)


Me dolía la vida
y un día te encontré.
Me dibujé en tus ojos,
que me llamaban como negras lunas.
Tu sonrisa me hizo sonreír
y entró en mi corazón
como una luz serena
cargada de promesas.
Yo soñaba que estaba en una isla,
abrazado a tu cuerpo y a las olas.
Náufrago del dolor,
me buscaba en tu boca,
y en la mía tú hallabas
el beso, talismán que nos unía.
Ahora, ya despierto, yo me digo:
tal vez tú seas mi isla,
y en ti quiero adentrarme
hasta amarrar mi sexo en tus entrañas.

                       Pedro Ramírez 

María Dolores Mulá

miércoles, 28 de agosto de 2013

¡Hoy tengo un sueño!



En el aula de música

La música es la única palabra 
que desmiente la inefabilidad.

Según estos dos versos, la música consigue hacer sentir -expresar- lo inexpresable y, por eso, es un lenguaje universal. No atiende al raciocinio: invade los sentidos y es percibida por el cuerpo humano como una pulsión más de su compleja maquinaria. La melodía nos abraza, el ritmo hace trotar el corazón.
Nuestro organismo responde a un ritmo musical, el feto se acuna con el pálpito del corazón materno, el cosmos orquesta la música de las esferas.
El compositor trata de apresar ese fulgor en pentagramas. 
Por ejemplo: oigamos la languidez lasciva del fauno de Debussy / Mallarmé soñando con el cuerpo lujurioso de la ninfa: la pasión se diluye en suavidad sonora:



Escuchemos, completo, el sueño erótico del fauno: cómo su satiriasis crece y se desvanece mientras la orquesta se disuelve entre delicuescencencias, inaprensibles antes de Wagner:


Similar melancolía, ahora desolación ante un amor perdido, hay en este Vals triste de Sibelius, en el que la música se agita entre el sístole y diástole de la despedida:




Por el contrario, el trémolo de la potencia en La Walquiria refleja la exaltación de la voluntad, y los contrabajos dicen que basta de elegías y arriba el ditirambo:



Poder, en fin, que se convierte en himno poderoso, orquestal y vocal, cuando las walkirias cargan sobre el mundo:




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Variaciones sobre un tema caballeresco

martes, 27 de agosto de 2013

Somos nuestro albedrío

R. Strauss / Schwarzkopf: Último lieder: Atardecer

¿Qué hacer para que el tiempo sea nuestro aliado y no nuestro enemigo?

Vivimos arrastrando el pasado o motivados por él. Somos lo que hemos hecho de nosotros, con ayuda de los demás o a pesar de sus influencias. Y por la misma razón podemos moldearnos -mejorarnos- para apreciar cabalmente la vida y disfrutarla en vez de sufrirla.

Si somos hijos del pasado, también somos padres del futuro. Porque el futuro empieza en el pasado, y será según lo fecundásemos ayer y según lo cultivemos hoy. La Naturaleza no es democrática, sino expansiva. Los árboles no eligen; ni la lluvia, ni el pájaro; para ellos todo es consecuencia de una genética cósmica, inexorable y determinante. Pero el hombre puede ordenar sus impulsos, razonar su evolución, prevenir el mañana con su conocimiento del ayer.

Uno de los atributos que permiten al hombre ser dichoso es el olvido; sin embargo, olvidamos con facilidad los buenos momentos, y difícilmente los malos; y son estos los que nos determinan y escriben el porvenir. Pero no hay mejor destino que el que la voluntad puede trazarnos; así que debemos olvidar después de haber aprendido del recuerdo; y hacer que el tiempo venidero sea obra de nuestra ingeniería emocional. Cada vivencia es un voto íntimo que tenemos en cuenta a la hora de tomar decisiones. Cada momento es la suma emocional de cuanto hemos vivido y la proyección intelectual de lo que viviremos. Y si recogemos solo el dolor de ayer, o su nostalgia, no estaremos cultivando alegría para el mañana. 

Es decir: que lo que llamamos experiencia es la síntesis del aprendizaje del pasado, que nos enseña a construir un futuro mejor. Por eso hay que vivir intensamente, y responsablemente; y por eso el tiempo se detiene para aquel que ha aprendido a gozar el instante. 


lunes, 26 de agosto de 2013

Los sueños realizables

Schumann: Ensueño

Todo cuanto existe está sujeto a cambio. La primavera sucede al invierno; la juventud, a la adolescencia; los frutos a las semillas. Todo se transforma, y no siempre para nuestro bien. No podemos evitar las transformaciones de la Naturaleza; pero sí sus repercusiones en nuestra sensibilidad: en nuestra identidad. Ante esos cambios naturales, que implican cambios morales, hay esencialmente dos actitudes: la de quienes huyen y la de quienes buscan. La Historia es una lucha, más que un diálogo, entre esos dos criterios. El Progreso se alimenta de la tradición, no de su traición; porque somos evolución, regeneración, invención responsable: de manera que hay que hacer compatible lo nuevo con lo antiguo, desechando lo novedoso y lo caduco. Y tejer con esos hilos sueños realizables.





sábado, 24 de agosto de 2013

Pessoa: Autopsicografía

Pessoa: Autopsicografía

Analfabetizando zaratustras


Pudiendo haberse ido como cualquier tempus fugit, el dinosaurio, inmóvil por la pluma inocurrente, seguía allí, ferozmente aburriéndose. 

¡Oh qué desciframiento de los babelismos indica el dinosaurio, pues nos enseña veramente que el Progreso jamás conducirá sino a otra barbarie tan nueva como las contumacias! -dijo el crítico Savihondo Metáforas-.



viernes, 23 de agosto de 2013

Libros recibidos (XXVIII): Ezequías Blanco

Ezequías Blanco
La realidad desentendida (Antología 1978-2012) 
Diputación de Salamanca


Poemas en verso y prosa, escogidos de una decena de libros (cada uno precedido de una breve introducción), se suceden en esta antología de Ezequías Blanco, en la que se integran dos títulos inéditos, uno de cuyos versos da nombre a la recopilación: La realidad desentendida (Antología 1978-2012).  Más de tres décadas creativas de quien ha dejado parte de sus esfuerzos en el mantenimiento de Cuadernos del Matemático.

Me detengo solo en una presencia constante, ineludible en todo hombre trascendente, que es la temporalidad, la fugacidad de la existencia: 

          Y el gran viejo reloj en la ventana robándole segundos a la                  muerte (p 35); 
           Rescatar la memoria de lo que fue olvidado (p 50); 
           Ayer, hoy y mañana no son aquí 
           más que los nombres diferentes 
           de la desilusión (p 76); 
           Está marcado nuestro tiempo 
           por la impaciencia de los fatalismos (p 82)... 

Tal experiencia de fugacidad parece determinar la confluencia de los aerolitos verbales con los que se conforman los poemas, en una lluvia semántica ausente de puntuaciones y cuya raíz tiene que ver con el sustrato que aquí yace: la enumeración caótica y el contenido fluir de la conciencia de la escritura irracional. 

Es desde ese anhelo de reconstrucción del tiempo ido desde el que puede decirse que El pasado aún está por venir para nosotros (p 149). 

Para futuras reediciones: erratas en páginas 42, 89, 109...
Leer un poema de
Ezequías Blanco

Libros recibidos


A la derecha, Ezequías Blanco

jueves, 22 de agosto de 2013

Un poema de Alejandro López Andrada (Antología, CXLV. Segunda Serie)

Field: Nocturno nº 1

CLARIDADES

Piedras abandonadas por el cielo,
habitáis mi silencio,
armonizáis la luz
que cuelga 
en los intersticios de ese olvido
que, a veces, dormita en mi alma secuestrada
por la inutilidad de los relojes. 
Lágrimas de jazmín, frutos del aire
grávido que sostiene
mi esperanza, perros labrados
por la melancolía de un verano infinito 
que nunca ha de pasar.
Sé que amáis, como yo,
el roce vespertino
de las lejanas voces que se fueron,
la felicidad azul de los postigos
a los que, hace ya décadas, se asomó el amor.        
Nada os podrá alejar de mi ternura.
La claridad feliz de los difuntos
se posa en vosotras
como un coro de manzanos. 
Piedras adocenadas del crepúsculo,
me sujeto a vosotras
porque sé que estáis ahí,
en esa emoción que ya no habita nadie
que no sea esta caricia
anónima del viento,
donde se acoda el misterio de los pájaros
que cruzan mi alma, 
las viejas mariposas que aletean sin rumbo
dentro de mi pecho, buscando el estante de mi felicidad.
         Alejandro López Andrada  (inédito, 19 de agosto, 2013)  





miércoles, 21 de agosto de 2013

Al final de los existencialismos

Bach: Cantata BWV 140

La verdadera conquista del Progreso es que ha convertido el dolor metafísico en un dolor común. Eso significa que el hombre va transformando su ser trascendental en un estar estólido. Finalmente, la vida triunfará sobre la muerte -al menos, en forma de momias andariegas-; y el Arte, que es su túmulo, desaparecerá.
Hay que alegrase de la desaparición del sufrimiento metafísico; pero no estoy seguro de que se pueda vivir noblemente sin Arte ni de que el hombre continúe siendo humano sin él.



martes, 20 de agosto de 2013

PRIMERA ANTOLOGÍA

  

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              100 poemas en un blog (I)

100 POEMAS EN UN BLOG (II)


(Para ir a la publicación original, pulsar sobre los autores en el Índice)

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