Villalobos: de Bachianas
PUNTOS
DE FUGA
I
No tienes fronteras. El aire no te roza.
Un pájaro quiere bautizar tus manos
pero están sobre el agua,
haciendo palpitar el brillo de la tarde.
La noche comienza a acariciar tu cuello
y se deja resbalar, como un chal
cansado, sobre tu rostro de seda.
El aire, el pájaro o la noche
te son extraños.
Porque tú perteneces a la lluvia.
II
Alimentas tu celda de silencio.
Te cansan los minutos
y el juicio al que se entregan las caricias.
Miras caer las hojas de un otoño
que se parece a tu infancia.
Un lienzo de musgo ante los ojos
te basta para ser.
No conoces ya la palabra lejanía.
III
Vives en ese océano disuelta
de vértigos y brisas,
sitiada por la orilla más convulsa
que perfila los objetos con su nombre
y tu forma de mirar, enhebrada
al parpadeo del sol en el asfalto,
engarzada en la liturgia del viento
sobre el agua.
La tarde respirando su propio asombro
y tú a punto de arrancarte
esa frontera
asfixiante que es la piel.
No hay nada más doliente
que ese silencio que en tus venas
no acaba de estallar.
I
No tienes fronteras. El aire no te roza.
Un pájaro quiere bautizar tus manos
pero están sobre el agua,
haciendo palpitar el brillo de la tarde.
La noche comienza a acariciar tu cuello
y se deja resbalar, como un chal
cansado, sobre tu rostro de seda.
El aire, el pájaro o la noche
te son extraños.
Porque tú perteneces a la lluvia.
II
Alimentas tu celda de silencio.
Te cansan los minutos
y el juicio al que se entregan las caricias.
Miras caer las hojas de un otoño
que se parece a tu infancia.
Un lienzo de musgo ante los ojos
te basta para ser.
No conoces ya la palabra lejanía.
III
Vives en ese océano disuelta
de vértigos y brisas,
sitiada por la orilla más convulsa
que perfila los objetos con su nombre
y tu forma de mirar, enhebrada
al parpadeo del sol en el asfalto,
engarzada en la liturgia del viento
sobre el agua.
La tarde respirando su propio asombro
y tú a punto de arrancarte
esa frontera
asfixiante que es la piel.
No hay nada más doliente
que ese silencio que en tus venas
no acaba de estallar.