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miércoles, 9 de julio de 2025

En El Congreso

Se dice de alguien que es obtuso cuando se obstina sin razones en mantener una creencia argumentadamente como errónea. Llámasele contumaz.

Pues bien: vivimos en un país llamado mundo empeñado en mantener la contumacia como único argumento.

Épica del fracaso

 

Holst: Júpiter

Ella miraba alrededor de ella. 
Buscaba una salida a su prisión.
Un sendero dichoso hacia la luz.
Pero la dicha exige sus tributos.
Ella tenía miedo y decidía 
no empezar el camino, detenerse
en el propio terror a comenzarlo
por si no conseguía darle fin. 
Cada día sufría y cada día
"mañana lo comienzo", se decía.
Estática quedó en el primer paso
y alzó allí un mausoleo indefinible.
El individuo busca compañía.
la sociedad crea misantropía.

martes, 8 de julio de 2025

El abrazo imposible

Holts: Saturno

Ella y Él se conocían desde hacía muchos años y mantenían una relación amorosa y vital; es decir: con aproximaciones y alejamientos característicos de los cambios de edad y de necesidades físicas y psíquicas. Alguno de los dos había decidido unirse al otro para convivir y convertir sus vidas en una sola. "Convertir la aventura de la supervivencia en convivencia". 

Sin embargo las rutinas, las costumbres, las circunstancias  modifican las esencias y la personalidad va alterándose tras décadas. Así que a veces se preguntaban a sí mismos, y el uno al otro, si se mantendrían juntos o no podrían eliminar sus individualidades, sus soledades de acompañados. 

En ocasiones se daban plazos de tiempo para abandonar todo aquello que les impedía estar juntos; y aunque se afirmaban en ese deseo, el tal deseo tardaba demasiado en cumplirse, quizá porque la esencia de sus personalidades estaba ya demasiado invadida y acostumbrada a la soledad buscada, que era lo que habían hecho a lo largo de los años. 

Así que un día -más fuertes que nunca en proyectos- se dijeron todas las verdades; y estas eran que por mucho que intentaban convencerse a sí mismos de que no podrían vivir sin el otro también sabían que jamás abandonarían sus diferentes ciudades, entornos y rutinas; de que la distancia y la circunstancia terminan siendo una piel más gruesa que las rocas y la muerte.

lunes, 7 de julio de 2025

Robinson

Supervivencia interior


Suite Robinson Crusoe

         Si yo hubiese de salvar un solo libro, o hubiera de llevarme solo uno a una isla desierta, escogería el que ahora nombro, a pesar de que hay otros, afortunadamente, tan excelsos, que nos enseñan a vivir -aunque no, como el que digo, a sobrevivir-. También es el que enviaría a otro planeta como referencia de lo que esencialmente es el ser humano: superación. 
         Es sorprendente la cantidad de veces que lo citan los grandes nombres de la Literatura, del Arte y de la Historia. Me refiero a Robinson Crusoe: buena parte de cuantos lo han leído lo hicieron en su adolescencia, en versiones simplificadas que lo han desprestigiado y desprovisto de sus cualidades: porque los publicistas, olvidando que Daniel Defoe lo escribió con la experiencia de su madurez, creen que se vende mejor como un cuento de piratas. Pero la odisea del náufrago -inspirada en hechos históricos- es más interior que exterior, más introspectiva que aventurera. No existe en la literatura universal otro personaje capaz de sobreponerse a las adversidades como Robinson Crusoe. Probablemente, ningún otro puede enseñar tanto al hombre actual. Tras su catástrofe, parte de cero y se convierte en el admirable ejemplo de lo que un hombre puede llegar a hacer con determinación, solo, en circunstancias extremas, conviviendo con sus propios temores, llenándolos de esperanzas y de actos, creciéndose cada día ante los infortunios, sin ayuda, sin milagros, sin ciencia ficción, con la única fuerza de su fe en sí mismo.  
         El naufragio de Robinson es el emblema del aislamiento del hombre en el mundo en que vive (tanto que acaba por regresar a su isla, tal vez huyendo de la misantropía que la sociedad genera). Lo que importa de él es su incapacidad para rendirse ante las desdichas: la afirmación de que el destino es la voluntad.


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domingo, 6 de julio de 2025

El abrazo final.


Wagner: Murmullos en el bosque

Era como si el niño asustado que todos llevamos dentro despertase y saliera de su escondite gritando con un aullido interminable. Eso sentía cuando, apenas conteniéndose, salió de la consulta en la que el médico le reiteraba su veredicto, al parecer inapelable. 
     Recordó un antiguo título y sus primeras líneas: Como si fuera mi Autobiografía: "Nací cuando necesité pensar para combatir la muerte. Lo demás ha sido una continua adaptación a la yacija de la tumba".
     Se acabaron las desdichas existencialistas, los intentos de suicidio... y también el naufragio entre libros amados y los erotismos con los que mitigaba la condición mortal.
     Siempre había temido ese momento, aunque supiese bien que nacer es empezar a morir y viviera siempre agonizante. Sin embargo, tras una primera puñalada de dolor, despertó en él el odio contra los dioses, hacedores de un mundo indigno y desolado: y se sintió, como tantas otras veces, mártir del capricho de algún inescrutable Polifemo devastador de la existencia. Qué estúpido el Artífice que crea una obra viva y amante de la vida, y le injerta, indeleble, la conciencia doliente de su mortalidad.
     ¡Qué hacer ahora, cuando las cenizas ya crepitaban en su sangre dispuestas a ser ascuas del gran fuego! Sus neuronas, sus células, el flujo de su sangre y sus ideas se irían extinguiendo y el prematuro otoño lo ocultaría bajo un diluvio de hojas, panteón que el viento derruiría.
     La pluma, como un inútil falo, se le antojaba estéril, un soñador que alguna vez quiso crear un hálito de vida.
     Sus libros: solamente un puñado de herrumbres y de ruinas arrancadas a un manantial que tampoco existió.
     Sus hijos, allá lejos, perdidos en sus vidas, ajenos a su padre.
     No le quedaba nada, pues nada había tenido de cuanto creyó tener.
     ¿Y una persona pura que hubiese comprendido la onírica grandeza de sus sueños y fuese, como hermosa albacea de su espíritu, el testigo final de su derrota?
     Encaminó sus pasos hacia ella, la tejedora de ternuras, y se dejó caer entre sus brazos.

Guillermo Bellod


20722

sábado, 5 de julio de 2025

Si quieres ser feliz


                             Borodin: Cuarteto nº 2 (Andante)
                                            (para Luis, Á. Luis, J. Ramón)

Si quieres ser feliz
no busques trascendencias en la vida.
Sáciate con pequeños paraísos.
He caminado muchas metafísicas,
perseguido visiones, azucenas
de sangre, corazones abisales,
abrazado deidades y demonios.
Me he investido de magias y cilicios... 
Nada me ha levantado a las alturas.
Si quieres ser feliz
da breves alegrías a tu vida
y a la de los demás. El universo
se reduce a ti mismo y a unos pocos 
que caminan contigo. Las leyendas
de magias, flamigerios 
o sátrapas fulgentes son piadosas 
efigies de la muerte o lentos báculos 
para llegar a ella.
Solo quien teme a la fugacidad
reniega del camino.