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domingo, 5 de febrero de 2012

Un poema de Rosa Martínez Guarinos (Antología, XIX):



MADRES  DESNUTRIDAS 
CON  NIÑOS  (DESAHUCIADOS)



        Hay locura en los rostros del hambre,
        un cóncavo aullido no resuelto
        que nimba como aura negra
          los delicados cráneos.
        Hay perplejidad sin causa,
        un terco mirar
        de lo inmóvil a un centro fijo.

         No hay tristeza ni horror,
         sólo vacío dentro del vacío,
         sólo un estar sin nervio
         y un dolor que no duele.

         Sólo una piedra negra inscrita
         en el centro del alma.

         Los rostros del hambre se parecen
         como flores oscuras incrustadas
         en el nicho cabal de nuestras mentes.

         Se les rompe el amor
         por dentro de los ojos,
         por eso miran madres sin mirar
         a los hijos
         y los llevan atados con los huesos
         de amar contra los vientres.

          A veces los cargan a la espalda
          como una dulce muerte
          con las alas caídas.


                                   ©  Rosa Martínez Guarinos