COMPÁS DE ESPERA
No tiene fin
este camino.
Cada uno de tus
pasos a la muerte
le lleva la
contraria.
Dejar el disfraz
en esta roca
donde va y viene
el mar
donde la mar va
y viene y se retira…
Dejar la camisa
en el sótano
de este día de
otoño
donde la luz
sabe a miseria
y huele a vejez
agria…
Ir con el río a
verter impresiones.
Ir con el río
que no ha olvidado la ceguera
en que nos deja
la humedad la bruma
la espesa niebla
de todos los inviernos.
Como en este
silencio
como en la mitad
muda de la música
habita un verano
subterráneo
hasta que llegue
la manada de los días tranquilos
a desentumecer
las garras
a bañar en el
agua de la fuente
sus bríos
congelados.
Ezequías Blanco