Hace 200 años, en un pleito, uno de los firmantes escribió junto a su nombre, como una virtud: “propietario de tierras y dinero”. El otro -era su hermano- rubricó: “Beethoven, propietario de un cerebro”.
¿Cuál de los dos hermanos fue más rico? ¿Cuál enriquece más al ser humano? ¿Y quién podrá arruinar La Sinfonía o poner precio al bien que ha dado al hombre?