Visitas

Seguidores

lunes, 15 de junio de 2015

El otro Auschwitz


Cada 3 segundos muere un niño. 

Es decir: 
Mientras se celebran pactos políticos para defender el "estado de bienestar", mueren de hambre millones de niños.

Mientras miles de artistas del balón cobran eurísimos millones millonarios por correr hacia un confort desorbitado, maximillones de niños corren hambrientamente hacia la muerte.

Durante el transcurso de cada partido futbolero mueren 2.000 niños.

Mientras arden millones de dineros en las "hogueras", "moros", "semanasantas" y demás festejos muchedúmbricos, mueren multimillones de niños... 

Cada tres palabras que yo escribo y usted lee muere un niño...

Mientras nos esforzamos vanamente en creer que nada podemos remediar para justificar que nada hacemos para remediarlo, siguen muriendo niños... 1, 10, 100, 1.000, 1.000.000 ...

Esqueletos hambrientos de infantiles cadáveres devoran un progreso cotidiano que convierte la vida en un cementerio inextinguible.

Nos repelen las imágenes de los campos nazis, cuyo horror ya no podemos evitar; en cambio, hacinamos mentalmente el otro horror del cada día en el otro Auschwitz que llamamos tercer mundo y cuyo "estado de malestar" sí podemos paliar, evitar, eliminar.

Si no existiera el olvido como mecanismo de supervivencia no podríamos sobrevivir. Pero cuánta impunidad en la memoria de quienes solo recuerdan que es mejor olvidar las vidas ajenas para poder vivir la propia.