Tartini: C. violín
RESPONDIENDO A LA TIERRA
Es el rito de la voz
que se entrega
a un silencio
indispensable.
Es mi
ser —de nuevo él—
quien
te busca y no encuentra la forma
de que escuches mis
palabras,
medio-tuyas,
medio-ocultas, medi-tadas;
de seguirme en esas horas
tan vacías
donde el sol, creciendo a
mis espaldas,
aguarda el momento de
esconderse
en el lado más oscuro de
mi rostro.
Debería
haber alcanzado tu límite,
respondiendo así al
aliento que me cortas,
cuando encuentro el
espejismo de tus labios
al llegar a tu boca
indefinida.
Debería no entender
la condena que te impones
al juzgar la impunidad
oscura
de este mundo.
O tal vez quedarme a solas
y poder ser codiciada
por aquellos que me
nombran sin saberlo.
Rosa Jimena