Barber: Adagio
Nos ha convocado la poesía.
Besos, abrazos emocionados…
Y además, hoy es mi cumpleaños;
Y qué mejor regalo me puedo hacer
Que un estuche lleno de palabras, ya sean
Arial, calibrí o candara.
¡Tienen tanto poder las palabras!
Uniendo unas a otras formamos un verso,
Y añadiendo unas cuantas más, llegamos a la estrofa.
Y con estos versos y estrofas componemos un poema.
“¿Adónde te escondiste, amado,
Y me dejaste con gemido?”
Los he escogido al azar, recreándome
Y acariciando la calidez y textura de las hojas,
Ya amarillas por el paso del tiempo, del
“Cántico Espiritual”.
¡Oh mi Dios!
Si yo tuviera o tuviese el don de la escritura,
Escribiría versos convulsivamente;
Le cantaría a la raya de un lápiz,
Al borde de una copa,
A la sonrisa tierna y a la vez triste de un anciano,
O a las cosas más insólitas.
¿Por qué no me lo has dado?
Pero no te apures, Señor,
Que hay tantos poetas que han escrito para mí
Versos tan hermosos para que yo los lea:
“La lluvia ciñe sobre los hombros de abril
Su chal de brisa y lentejuelas”,
Por ejemplo.
Elvira Pizano Rovira. Octubre 2013
