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viernes, 31 de julio de 2015

El holandés errante

Ser amado con tan grande amor que el amor sea el que nos salve. 
Esa podría ser la divisa de muchos seres atormentados por sí mismos y por el destino adverso, de tal manera que, considerándose indignos para sí, necesiten la aceptación amorosa ajena para perdonarse y escapar del laberinto.
Digo esto porque esta es, en buena medida, o me lo parece, la idea central de muchas obras de Wagner: la redención por amor. Así es en el Fausto de Goethe y así, más modestamente, es en el Don Juan Tenorio de Zorrilla, por ejemplo: Margarita y doña Inés son las salvadoras: el eterno femenino redentor.
Y así aparece por primera vez en Wagner, quien también es la primera vez que introduce los caracterizadores leitmotiv. 

Obertura

Coro de marineros

La balada de Senta

La leyenda

La ópera completa