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viernes, 24 de julio de 2015

Cuánta vergüenza me doy...!

Discurso para la igualdad

Hace semanas que no la veo. Me refiero a la señora que moría de enjuta, lentamente, a las puertas del supermercado (LEER >> AQUÍ). Y he preguntado por ella.

- ¿Dónde está, qué ha sido de aquella que aliviaba mi corazón de culpa cuando le daba alguna calderilla?

Mañana vendrá otro indigente a ocupar su sitio: a prepararse para morir de hambre.

¡En este país llamado mundo cuánta vergüenza deberíamos darnos cada uno!