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lunes, 28 de septiembre de 2015

El abrazo fantasma

J. Gade: Celos

Una mujer cree ver en una foto a su marido abrazando a otra mujer. En realidad, ni siquiera estaban bailando, aunque la perspectiva y el caprichoso azar han dispuesto que lo parezca. 
     Sin embargo, la esposa concluye que la fotografía no miente y que el abrazo es innegable.
     Por más que el marido insiste en que no hubo tal baile ni tal abrazo, la esposa se reafirma en su interpretación, diciendo que, verdaderamente, no tiene importancia, pero que todos cuantos han visto la fotografía han pensado lo mismo: es un abrazo.
     El hombre, ya extenuado por escenas semejantes, dice antes de marcharse:
- Espero que nunca formes parte de un jurado popular.
     La mujer no comprende. 
     Pasan días y el marido no regresa. 
     Lo que el hombre pensó fue esto:
1) Ahora comprendo la angustia del inocente sentenciado. Debe de ser insoportable sentir la impotencia ante cualquier falsa acusación. Pero cuando esta viene de la única persona en la que confías ya solo te queda desconfiar del mundo, inmerso en la contumacia. Porque ¿qué otra cosa puede esperarse de un mundo en el que todos culpan sin ni siquiera atender a la duda razonable? 
2) ¿Qué hago yo compartiendo mi vida con una persona que prefiere creerse a sí misma -solo porque cree en la infalibilidad de su opinión- y llamarme embustero a pesar de ser el único que vivió la situación por la cual me condena, y, por lo tanto, también soy el único testigo, ya que la mujer fotografiada es una ilocalizable desconocida? 
3) Como una fatal inquisidora, y por mucho que diga amarme, mi esposa quiere que, por temor a la tortura sicológica, confiese un crimen que no he cometido, quiere que acepte que soy un mentiroso, quiere que reconozca que ella es una mujer comprensiva que perdona mi falta... no quiere admitir que es monstruosamente celosa y todo lo acomoda a su fatal prejuicio...
4) ¿Que sería de mí si me acusaran de matar a un político, de robar al Papa, o de creer en Dios... y ella, en una de sus irreflexivas y compulsivas deducciones, concluyera, aunque sin pruebas, que soy culpable?
5) O sea: que para sufrir malas compañías me voy a sufrirme a mí mismo...

El abrazo sereno

El abrazo azofaifo

El abrazo del padre

El abrazo indomable

Monólogo del cisne (El abrazo imposible)

El abrazo entre plumas

El abrazo en el cuadro

El abrazo inasible

El abrazo iniciático

El abrazo sin plétora.

El abrazo dulcífago

El abrazo inedénico

El abrazo a la muerte.

Como si fuera mi Autobiografía (El abrazo final)

El abrazo interrupto

El abrazo cautivo

El abrazo inmortal

El abrazo caníbal

El abrazo coital

El abrazo placebo

El abrazo sin rostro

El abrazo perdido (Carpe diem).

El abrazo truncado

El abrazo suicida

El abrazo invasor

El abrazo de plástico

El abrazo no dado.

El abrazo dichoso

El abrazo a la vida

El abrazo sin cuerpo

El abrazo ataráxico

El abrazo amoroso