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martes, 10 de febrero de 2015

Klimt: La infinitud del beso




Originalidad encadenada

Cuando Adán dijo a Eva "yo te amo"
condenó a todo autor a repetir
sus palabras, su abrazo. 
                                            Todo verso
de amor es un tatuaje de palabras
que pretenden huir del plagio. Solo
la exquisitez que el corazón consigue
rubricar con su pluma añade un beso
inédito en los labios y en la página.
Así que, Amada mía,
¿Cómo podré negar que mis escritos
los dictaron también otras mujeres?
¿Puedo borrar de mí cuanto he vivido?
¿No perdura en tu piel la del que amaste?
Si cada día es nuevo es porque ayer
aprendimos a ver con nuevos ojos
lo que vimos ayer.
Tú eres carne de todas mis amantes,
verbo exacto de todo lo que he dicho.
Cuanto sé del amor hoy te lo ofrezco;
y en cuanto a los poemas solo fueron
borradores de cuantos hoy te escribo. 

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