Saint-Saëns: El cisne
Dijo Welista (o le dijeron: porque ya se sabe que los cronistas no siempre son fieles a la Historia y la convierten en leyenda):
Los laberintos de la vida nos separaron, aunque no nos desunieron. Cuando me inunda la melancolía pienso que tú estás ahí, que puedo acercarme y abrazarte: te miro y te toco y toda la tristeza de mi alrededor desaparece. Sé que lo que siento se llama amor.
Pero si porque no podemos, no queremos o no sabemos estar juntos todo el tiempo y en la misma vida social te obstinas en destruir las horas en que sí podemos, entonces quédate contigo que yo me voy conmigo. Eres tú quien me empuja a compartir fragmentos de otras vidas. Porque yo necesito vivir, aunque no sepa convivir.
Pero si porque no podemos, no queremos o no sabemos estar juntos todo el tiempo y en la misma vida social te obstinas en destruir las horas en que sí podemos, entonces quédate contigo que yo me voy conmigo. Eres tú quien me empuja a compartir fragmentos de otras vidas. Porque yo necesito vivir, aunque no sepa convivir.
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