Sostiene Blanca Andréu -en un correo personal en el que enlaza un blog público- que, según una quimérica encuesta, es la quinta -o el quinto- mejor poeta de las últimas décadas: me alegro; y me alegraría más si, en verdad, lo fuera. Porque ya se sabe que las encuestas se hacen para que quien no tiene criterio propio sepa qué debe pensar; lo que se olvida, o no se sabe, es que en arte -en poesía- no hay democracia, sino individuo. Y lo que no quiere recordarse, aunque se sabe, es que algunos individuos son humildes y otros solo vocíferos fantasmas.