Estábase mirando en un espejo Oniria: y le pareció que era la más pura y cristalina agua la que en él veía.
Pasó mesié Rajuá cuacuacuando mentiras y pidiendo consuelo.
Oniria, sin mirárlolo, consolólo musitándole:
En una democracia el fracaso de los gobernantes es el fracaso de los electores.
Y Rajuá se perdonóse, el muy cuacuátero.