Borodin: Nocturno
Un pájaro trepando con su vuelo
A estas alturas de mi vida ya
todos los grandes hombres de la historia
habían levantado su columna
para ayudar a sostener el mundo
y dejarlo mejor que lo heredaron.
Incluso Avellaneda lo intentó
con su innoble criterio. Y el mal Judas
encarnó el personaje imprescindible
sabiendo que no lo iban a aplaudir.
Yo lo intenté hace tiempo, una vez y otra.
Pero no conseguí siquiera un "viaje
del parnaso". Y en verdad, yo querría
ser autor de una obra necesaria
porque mostrase lo mejor del hombre
y también lo peor: para emular
sus virtudes y huir de sus defectos.
Escribir un Quijote, algunas "rimas
humanas"... componer algún Tristán,
pintar una metáfora inconclusa...
Sin embargo, no lo conseguiré.
Ojalá tras de mí muchos lo logren
y el mundo sea un edén de obras maestras...
Solamente una cosa me consuela:
Que en el que soy perduran las ruinas del que fui
y asoman las raíces de aquel que quiero ser.
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