Visitas

Seguidores

viernes, 8 de noviembre de 2024

Antonio Gracia - Arándanos - Manuela García


Oda


Qué aromada belleza la del fruto 

abierto en tajos o racimos, puesto

su relámpago dulce ante los ojos,

gozosos entre tanta algarabía

de sabor y color, y complacencia. 

Uvas y fresas, nectarinas, moras,

sandías y manzanas, piñas, higos

y dátiles: un bosque de placeres 

conjurados en el empeño amable

de alegrar los sentidos. Sorbo el fresco 

fulgor de sus delicias; dejo el tacto

fluir desde mi boca hasta el más puro

deleite de mi carne;

y en ese instante el orden rige el mundo

y la existencia, frágil, se alboroza.


El ágape acabado,

¿acabó la frugal felicidad?

Sobre la tierra quedan los despojos

al amparo del sol y de la lluvia:

breves semillas que serán raíces

de árboles nuevos y de nuevos frutos.

Y considero que también el ave 

y el pez fecundarán el mar, la tierra,

como el esplendoroso fruto finge

que su final no es transfiguración;

que, muerto yo, daré luz a una estrella

nacida de mi propia fe en la luz;

y que la muerte nada puede, nunca,

contra el vivir. Que seguirán los astros

muriendo: renaciendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario