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martes, 10 de julio de 2018

En torno al abstraccionismo, 9 (Retórica pictórica)

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Bach: El arte de la fuga
9.- Retórica pictórica.

Eso es: no parece tener mucha inteligencia quien hilvana cosas ininteligibles. Hay demasiados que justifican sus impunes artesanías con la coartada de lo amorfo y desconocido de la abstracción: ¿no es cierto que el artesano actual solo plagia lo visible del visionario? Si es así, preguntémonos: ¿Por qué nos importa finalmente el arte sino porque nos entrega la belleza de la plenitud, esa vida que no poseemos más que con el arte? Si los engendros del “todo vale” de las últimas pinturas no entregan belleza prefiramos otra estética. El hombre es un animal triste, y lo demuestra simplemente el hecho de que haya, casi infinitamente, más elegías que himnos, sombras que luces, música fúnebre que alelúyica. De manera que si la modernidad o el progreso no iluminan con su arte la vida yo prefiero otro que me devuelva a la naturaleza, sus bosques, sus tierras, sus mares. Sin excluir la naturaleza interior.
     El Arte es el único aliento que nos permite sobrevivir y, por lo mismo, resucita el pasado y aproxima el futuro de quienes a él se acercan. Por eso ese gigante innúmero que llamamos Humanidad es una sucesión de filosofías y estéticas tratando de perfeccionar su visión del hombre y su Historia. Por eso un autor utiliza la obra de los anteriores como un palimpsesto sobre el que añadir una mejor estructura. Y por eso cada instante artístico resume todos los instantes, todos los autores, todas las obras. Esa es la labor del homo sapiens: hilvanar los trayectos del homo ludens.










     Nada nace de la nada ni hay consecuencia sin causa. La música es la realidad más abstracta que existe, sobre todo El arte de la fuga de Bach (tan abstracta esta que ni siquiera se designa el instrumento con el que interpretarla: realizarla, configurarla, figurativizarla); y no en vano a la música que pretende describir, narrar o figurativizar de cualquier modo se le ha llamado “programática”, “poema sinfónico”, "concreta"… Y por eso podemos decir que hay más mancha que trazo en la última pintura de Goya o en algunos paisajes de Turner: son aerolitos precursores del planeta en el que todo es arabesco visual, crucigrama colórico.


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