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sábado, 11 de agosto de 2012

Un poema de José Luis Campal (Antología, XC)

Purcell: Obertura Dido y Eneas


XXXIX

Nos puede, y dejamos que se imponga,
una torrentera de abrazos
surfeando los apetitos inabarcables
del presente que no cesa.
Cuando las bocas galopan infatigables
esas playas de oro
que nos acarician bajo las estrellas,
nos deleitamos en los pliegues de la memoria
hecha certeza y consumación.


XL

De nuestros cuerpos vaciándose
recordamos cada mañana
los ardientes cánticos
que fulgían en las miradas
como hierba recién cortada,
embriagando las confidencias,
envolviéndonos en locos deseos
más parecidos que nada
a la vida por la que suspiramos
en los años de extravío.

© José Luis Campal
(del poemario inédito Aurora de fulgor)

Dido y Eneas