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martes, 28 de agosto de 2012

Un poema de Antonio Méndez Rubio (Antología, XCV)


Ravel: Miroirs

       Zerkalo

         Vivid en la casa y la casa existirá.
                                     Arseni Tarkovski

No hay ni eco…
Pero ¿cómo se puede
afirmar que no había nada
más que olvidar cuando
eso mismo,
hecho posible sin don,
es todo lo que nos falta?
Ya ves… ¡Ve, abre! Mira:
si las nubes se retuercen
despacio, de ese modo, es que su soledad
nos acompaña mientras
nos descalzamos una y otra vez
saliendo
de esa evidencia,
de otras preguntas para que
les salga vapor de dentro: hasta
que se abra el cielo.

                                    ©  Antonio Méndez Rubio
(Inédito)

Manet: Espejo en el Folies Bergere