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jueves, 10 de abril de 2014

Un poema de Carmelo S. García (Antología, CLXII, 2ª Serie)

Wagner: Lohengrin

La escala de Jacob


1.-
El dolor que me azota y el amor anudado
después de tanta niebla sobre mis ojos lirios,
la música quebrada, los pájaros del ansia,
tanto suicidio incruento para burlar la muerte
y la profanación de lo prohibido
saben a sentimiento derrotado,
a fracaso extendido del ángel imposible.

2.-
El corazón golpea como una aldaba amante
a las puertas del alma y no respondo.
¿Qué bayoneta dulce rezumando epitafios
se introduce en mi sangre y me convierte en dios?
Pues con mis manos agarrando nubes,
trepando estrellas, desvelando dudas,
como una yedra de metal divino
me voy trenzando sobre un árbol de ámbar
y un torbellino de cristal desnudo
me envuelve entre sus alas silenciosas.
Asciendo como un dardo enloquecido
ciego en el vuelo inmóvil de mis ansias...