Voz: Manuela García
Alonso Quijano se consuela leyendo a Garcilaso
“¿Qué tienen que ver las estancias de Garcilaso con la muerte desta señora?” II, 70
Nadie sabe quién soy, nadie conoce
a aquel que quiero ser. Tan solo cuando
estoy solo me reconozco: el libro
es mi rostro, la espada mi estandarte
y mi vida la dama que no hallé,
pues no encontré a Beatriz, Laura o Fianmetta.
Qué majestad la de la pluma alzando
versos por un amor; qué potestad
la de la espada defendiendo al débil:
qué plenitud ser héroe, amante, pluma.
Esas tres venturanzas yo quisiera
que fuesen mías, como las que fueron
del caballero Garcilaso. Un día
recordaré que nadie he sido. ¿Y cómo
afronta un hombre una existencia inútil?
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