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jueves, 3 de julio de 2014

Para entender el mundo

Chopin: Vals del minuto
Rimsky-Korsakov: El vuelo del moscardón

En el año 2014 viven personas que piensan con el criterio de 1935, o de 1959; otras que siguen pensando como en el siglo XVII; otras hay cuyos criterios pertenecen a la Edad Media... y unas pocas que se rigen por el criterio de 2014 -la suma de todos los anteriores- y lo actualizan cada día. 

Además, la mayoría de esas personas tiene un cociente intelectual más mediocre que ordinario o extraordinario. ¿Extraña, pues, la dificultad de que sintonicen todos ellos en la misma armonía y que el mundo sea un caos, puesto que el progreso de unos pocos avanza más deprisa que la mentalidad de las mayorías?

No obstante, todos perseguimos el bienestar: la ausencia de males físicos y síquicos. Pero, también no obstante, parece que todos nos hemos conjurado en una cosa: en lugar de escoger como principio de comportamiento la serenidad, que es la fuente de cualquier gozo, nos regimos por la prisa, la urgencia, la carrera, causas de todas las desdichas.