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domingo, 20 de julio de 2014

El hijo

No se ama a los hijos solo porque la naturaleza así lo dispone; ni se les llora porque sea antinatural que mueran antes que sus padres. Los amamos y lloramos porque, además, con ellos tenemos todas las razones para seguir luchando y, sin ellos, ninguna. 
Vivir es construir para nosotros y quienes nos sucedan.