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martes, 11 de diciembre de 2012

El abrazo coital

Wagner: Bacanal (Transcrfipción piano)

Obsesionado con Luisa, Juan no conseguía borrar su rostro de todos los rostros que besaba: en su carrera hacia la carnalidad y el enamoramiento era perseguido por los ojos y el tacto de aquella carne y ojos que tanto le habían hecho vivir y tanta muerte le habían dejado finalmente. De tal manera que, cuando -excitado entre las sábanas por su nueva conquista- su cuerpo requería el estallido del orgasmo liberador, tenía que hacer un esfuerzo para sentir que la carne que lo devoraba y en la que estaba entrando era la del cuerpo de Luisa.