Visitas

Seguidores

sábado, 6 de enero de 2024

La noche desterrada

 

Ravel: Pavana

La noche desterrada



Era una tarde hermosa de un diciembre lluvioso.

Un halcón planeaba bajo las nubes grises 

y me dejé llevar por la tristeza

de las antiguas noches, cuando esperaba un sol

que pusiera en mi vida la luz de la alegría. 

El camino era oscuro; el horizonte, ignoto 

como el paisaje amado que el alma anhela siempre.

Los árboles sombríos dibujaban 

en el atril del aire figuras de guerreros

y batallas perdidas en una gesta noble.


Fluvial, la lluvia ardía 

en la vegetación exuberante,

regalaba los ojos, incendiaba colores.

Y la Naturaleza se agrupaba 

en el fruto de un árbol, o en el dolor callado. 


Abrazado a tu cuerpo escucho ahora 

secretos manantiales de esperanza

entre las piedras, sobre la espesura

de aquella muerte eterna que dejaba su instante

doloroso en el sueño de los pájaros.


Brotan vergeles, cantan ruiseñores.

Mi corazón está lleno de estrellas 

y oigo en tu corazón el universo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario